EL goma, aunque popular y ampliamente consumido, trae consigo un gran desafío ambiental debido a su naturaleza no biodegradable. Compuesta por base de goma, azúcar, colorantes y otros ingredientes, la goma de mascar puede tardar hasta 5 años en descomponerse por completo. Sin embargo, la buena noticia es que el reciclaje goma No sólo es posible, sino que también puede aportar importantes beneficios medioambientales. En esta publicación, exploraremos el potencial del reciclaje de este producto y las formas de contribuir a un planeta más sostenible.
El impacto ambiental del chicle
Cada año, miles de millones de unidades de goma se consumen en todo el mundo, lo que genera una enorme cantidad de residuos. Brasil, siendo el segundo mayor productor de chicle, sólo detrás de Estados Unidos, enfrenta un grave problema con la eliminación inadecuada de este material. Cuando se arroja al suelo o en áreas públicas, el chicle se pega a superficies como aceras, paredes e incluso árboles, lo que genera un desafío importante para la limpieza urbana.
Además de los problemas de limpieza, el chicle puede afectar directamente al medio ambiente. Al estar compuesto por materiales sintéticos y no biodegradables, como la goma base, contamina suelos y cuerpos de agua, contribuyendo a la contaminación de los ecosistemas. El chicle tirado en las calles puede acabar en ríos y océanos, siendo ingerido por animales marinos que confunden el material con alimento.
La composición del chicle y su potencial reciclable
EL goma Está compuesto por una serie de ingredientes que hacen posible el reciclaje, pero no muy conocidos. EL base de goma, componente principal del chicle, es una mezcla de cauchos sintéticos y carbonato cálcico, además de otros compuestos que le confieren una textura suave y elasticidad durante la masticación. Otros ingredientes incluyen azúcares, colorantes, sabores y lecitina de soja, que actúan como emulsionantes.
Un proyecto innovador desarrollado por tres estudiantes de la Escola Técnica Dr. Adail Nunes da Silva, en Taquaritinga (SP), presentó una solución a este problema. durante el 10ª Feria de Tecnología en el Centro Paula Souza, demostraron que es posible extraer compuestos del chicle masticado y reutilizarlos como materia prima en nuevos productos. Este proyecto tiene un gran potencial para cambiar la forma en que abordamos la eliminación de estos residuos.
Procesos de reciclaje de chicle
El proceso de reciclaje de goma Implica la separación de sus componentes principales, como caucho, azúcar, carbonato cálcico y lecitina de soja. Cada uno de estos ingredientes puede reutilizarse en diferentes sectores industriales.
- Goma: El caucho extraído del chicle se puede transformar en una película impermeable, ideal para utilizar como sellador en la construcción. Cuanto mayor es la cantidad de goma utilizada en el proceso, más resistente se vuelve la película creada.
- carbonato de calcio: Presente en la composición de los chicles, este material puede utilizarse para elaborar cal viva, yeso e incluso servir como base para pinturas.
- lecitina de soja: Otro componente reciclable de la goma de mascar es la lecitina de soja, que puede utilizarse para producir jabón líquido. Este jabón, como los que se elaboran en casa a partir de aceite o grasa, tiene propiedades limpiadoras y crea espuma.
- Azúcar: Incluso después de masticar el chicle, todavía queda una pequeña cantidad de azúcar. Cuando se extrae el azúcar de varias gomas, se puede utilizar para producir alcohol.
Estos procesos muestran que, a pesar de parecer un residuo insignificante, el goma tiene un gran potencial de reutilización. Sin embargo, el mayor desafío radica en la falta de estudios y desconocimiento sobre los componentes de la goma base, por cuestiones comerciales. Aun así, la innovación es posible y goma puede convertirse en una importante materia prima para nuevos productos.
Desafíos del reciclaje de chicle
A pesar de las soluciones innovadoras, el reciclaje goma todavía enfrenta muchos desafíos. La principal barrera es la falta de conocimiento y conciencia sobre el potencial de este material. Como el chicle es un producto de bajo coste y de amplio consumo, la gente tiende a desecharlo de forma inadecuada, sin pensar en las consecuencias medioambientales.
Además, las ciudades gastan millones de reales cada año en servicios de limpieza urbana para eliminar chicles adheridos a las aceras y otras superficies. Este proceso de eliminación es laborioso y muchas veces ineficaz, ya que el chicle se adhiere firmemente al pavimento y requiere el uso de productos químicos para eliminarlo.
Otro desafío es la ausencia de programas de recolección selectiva o iniciativas que fomenten el reciclaje de goma. A diferencia de materiales como el papel, el plástico y el vidrio, el chicle no es visto como reciclable por el público en general, lo que dificulta la creación de una cadena sostenible para su reutilización.
Proyectos e iniciativas para el reciclaje de chicles
A pesar de las dificultades, iniciativas como el proyecto desarrollado en la Escola Técnica Dr. Adail Nunes da Silva demuestran que el reciclaje goma es viable. Estos estudiantes lograron transformar chicles en productos útiles, como selladores impermeables y jabón líquido, demostrando que es posible darle una nueva vida a estos residuos.
Otro ejemplo internacional viene de Inglaterra, donde un proyecto innovador llamado “Gumdrop” creó pequeños contenedores con forma de chicle para fomentar la correcta eliminación de este material. El chicle depositado en estos contenedores se recicla para producir nuevos objetos, como fundas de móviles y zapatillas.
Estas iniciativas son fundamentales para cambiar la forma en que vemos goma y fomentar prácticas más sostenibles. Para que el reciclaje de chicle sea ampliamente adoptado es necesario el apoyo de políticas públicas, programas de educación ambiental y alianzas entre empresas y gobiernos.
Conclusión: el reciclaje del chicle es posible y necesario
EL reciclaje de chicle es una posible solución a uno de los residuos más comunes y problemáticos del mundo. Con innovaciones tecnológicas y conciencia ambiental, podemos transformar material contaminante en recursos útiles para la sociedad.
Aunque el goma tarda hasta 5 años en descomponerse, puede reciclarse y transformarse en nuevos productos, contribuyendo a la reducción de residuos y a la preservación del medio ambiente. Sin embargo, esta transformación sólo será posible con la concienciación pública y el apoyo a iniciativas innovadoras.
Así que la próxima vez que consumas un goma, piénselo dos veces antes de deshacerse de él de forma inapropiada. Busque contenedores de reciclaje adecuados o participe en programas de reciclaje cuando estén disponibles. Pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia en la lucha contra la contaminación y la promoción de un futuro más sostenible.
Reciclar, repensar y contribuir a un mundo donde incluso los goma puede ser parte de la solución ambiental.
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